MI PLAYA-ELY GUERRA
Cuando estas en el papel de conseguir una pareja, me refiero
a una persona idónea para ti, piensas en miles de cosas ante ese nuevo
describir y piensas como ella podría conocerte mejor, y le ofreces tu vida,
como un baúl le abres las posibilidades de verte en tus mejores claroscuros, le
regalas las mejores de tus tardes, los amaneceres viéndole al rostro y
cautivándose los dos con sus miradas, le das un repertorio de tu cosas más
amadas, tus fotos, tu amor incondicional,
y amas con los brazos abiertos, pero sabemos que no todos están
dispuestos a aceptar nuevas cosas en su vida a implementar gustos, usos o
costumbres a la vida del otro, esta
persona tiene que hacer a un lado su vida dejándola en tus manos, para darle
paso a un cambio, una retroalimentación ,
tú le compartes comunicas tus más inmensos sueños y esa persona te
obsequia sus obsesiones, le muestras ese baúl lleno de poemas, esos libros que
preparaste para leer en pareja, ella te muestra sus más grandes miedos, también
te dice cuáles son sus puntos débiles, pero hay problemas cuando no compaginan
y el otro no está dispuesto a participar de manera activa en tus intereses, esa
es nuestra playa, la que compartimos a frecuencia con amores pasajeros que
pensamos serán los del típico “para toda
la vida” , y es cuando piensas todo eso que tenías guardado para ofrecer, y
a veces vas reconociéndote en esa persona, es como complementar y llenar esos
vacíos pequeños en las esquinas de tu alma, decorando cada parte de tu ser
interior con sus detalles, sus flores y sus abrazos más amorosos, dice un verso
que escribí hace tiempo:
“NOSOTROS LOS QUE
AMAMOS CON EL ALMA, SIEMPRE NOS QUEDAMOS VACIOS, TODO EL TIEMPO ESTAMOS
PENSANDO EN ENAMORARNOS DE LAS COSAS, DE LOS MOMENTOS Y DE LAS PERSONAS MENOS
INDICADAS”
En mi playa hay
libros escondidos en algún muelle, algunos carteles con poemas y versos
escritos en un lenguaje que solo la persona de mi vida puede leer, y aquellas
que significan mucho para mí; también hay detalles en el mar, como aquellas
piedras preciosas que nos lastiman los pues al acercarnos a la inmensidad, ¿ y cuéntame
cómo es tu playa?